segunda porque la hazia hombre desesperado: y quantoquier en·ella huuiesse dolor de | coraçon | , y confession de boca, y restitucion de obra: no tuuo parte ninguna de

a quien ni Herodes ni yo podimos hallar culpa ninguna? O maldad de | coraçon | peruerso. O temor bordado de falsa beniuolencia. Da les a escojer donde su

spiritu lleno de furor y de ira. E a ti, o soberbia de | coraçon | humano, que los oprobios recelas: y las honrras nunca aborresçes, mas de continuo

dioses gentiles, los quales tuuieron muchos hombres por fijos de dioses. ca el | coraçon | le dudaua que deuia ser hijo de dios: como paresce por vna epistola,

y como le viesse el rostro tan alterado, demostrando las congoxas crueles del | coraçon | , por las graues heridas de·los açotes y de·los aguijones mortiferos de·

el qual es figurado por la mujer: marauillosamente sigue a Jesu: si con | coraçon | muy repentido, llora por penitencia. E por tanto la yglesia sancta catholica representa

Dios vuestro seruicio. Contemplemos pues, o hermanos carissimos con·los interiores ojos del | coraçon | , el saluador de humana natura estendido y descoyuntado por nuestra salud en·la

hombre se reza en·el Genesi, que el sentido y la cogitacion del | coraçon | humano, son en todo tiempo inclinados al mal. Mas ahora el hombre ya

que el es fijo del padre celeste. y ablandesciendo la dureza de nuestros | coraçones | : perdonemos nuestras ofensas a·los que nos las fizieron: por respecto y reuerencia

dios mio, a ti llamo yo: a ti doblo mis ruegos, en tu | coraçon | misericordioso rey mio desseo yo respirar con todo mi pensamiento, y con toda