«carissimos, y de entrar por aquella puerta que hallamos abierta en·el costado de·la archa de aqueste tan diuino y glorioso Nohe: por la qual entran solamente los que se han de saluar del diluuio del infierno espantoso: porque reconosciendo con·el centurion que el siendo hombre: es fijo de Dios biuo y eterno: merezcamos oyr con·el ladron aquellas diuinas y graciosas palabras. Hodie mecum eris in paradiso.§ Sigue·se la seysena parte»