«Pedro lo reza. No haueys sido redemidos por plata ni oro: mas por la sangre preciosa del que nunca hizo pecado. De manzillas hauemos sido lauados por el agua, que ha sido baño de nuestra regeneracion: como lo escriue Ezechias. Derramare sobre vosotros agua muy limpia: y sereys alimpiados de todas vuestras manzillas y iniquidades. E de aquesta llaga dezia el glorioso Augustino en su libro de·la Contemplacion de nuestro»