«el Exodo: donde estaua mandado que del cordero pascual, que comian tan cirimonialmente: no houiessen de quebrantar huesso ninguno: se cumpliesse en·el verdadero cordero Jesuchristo nuestro señor, en·el qual no se deuia quebrantar huesso ninguno. Mas por certificar·se si del todo era muerto: vno de·los caualleros que ende stauan, llamado Longino, entonces ciego, cruel y soberbio: empues conuertido en martir y alumbrado, poniendo·le vna lança en·»