«hauia embiado el padre lleno de caridad por esposo: llora tan bien, o tu dolorosa Jerusalem: que hauiendo siempre sido ciudad sancta: ahora eres ciudad de homicidio: y tuuieras en muy poco hauer muerto los sanctos prophetas, si·no pusieras las manos en·el hijo de Dios: desnuda te ya los vestidos de tu alegria passada, y viste te de cilicio y ceniza. y si en ti queda algun sentimiento para te»