«o psalterio verdadero del glorioso Dauid: o dulçe voz de Dios padre. Quien interpuso el silencio de·la muerte durissima: para que con mis corporales oydos, no pueda ya sentir el diuino concierto de tu melodia tan dulce? O pechos sacratissimos: sacrario donde se recoje la sauieza diuina del padre: armario lleno de todas las gracias: quien te priuo del respirar de·la vida? O manos consagradas y sobrecelestes: que con»