«mi alma: en·las quales palabras reuerendissimas declaro exemplarmente y sacramental, que todas las almas de·los escogidos: las quales forçadamente solia detener el infierno: encomendo entonces, y dende·adelante: y puso en manos y poderio del padre. Onde Anastasio piadosamente encomienda el glorioso Jesu al padre todas las almas en vniuerso, viuificadas en el: pues somos todos hechos por merescimientos de su sagrada passion, miembros suyos: como dize el Apostol.»