«passo primero por la dieta del ayuno de·los quarenta dias: como reza el sagrado euangelio: y empues de hauer sudado de sangre en·el huerto, por excessiua congoxa: por corregir los humores superfluos de nuestros dampnados desseos: quiso por vna general sangria de todos sus miembros, aliuianar el peso de nuestros errores. y porque complidamente curasse nuestra dolencia: le plugo recebir aquella pocion amarissima: con·la qual consumado todo lo»