«quales le atrauessauan lo interior del espiritu: conuenia ahora que los instrumentos nutritiuos que acostumbran de recebir el manjar, y suelen formar las palabras, no quedassen en el jnmunes de passion y dolor: porque se aueriguasse aquello del sancto propheta. Hinchio me de amargura: y emborracho me de todo de exenço. E aquesto porque se manifestasse, que quanto cumplia para la salud de todos los hombres del mundo: estaua ya consumado:»