«todas mis tribulaciones y angustias, de todo mi coraçon, no me desmampare tu sempiterna misericordia: pues con·el padre y el Spiritu sancto biues y reynas para siempre jamas, y sin fin.§ Padesciendo pues tan despiadadamente el cordero jnnocente verdadero sol de justicia inuisible: el sol natural y visible, no podiendo çufrir sacrilegio tan nephandissimo: señalando y llorando la injuria fecha a su creador: quito el resplendor a sus rayos: y»