«sus menosprecios: quien te puede señora ver sin llorar? quien te puede saludar señora, sin rasgar las entrañas de piadad? Tu sola eras la que sintias la muerte: tu sola llorauas: tu sola eras el sacrario de nuestra esperança: pues sabias que muriendo tu hijo en·la cruz: con caridad muy intrinseca en persona de Joan te nos daua por madre: porque tuuiesse la flaqueza de humana natura, esfuerço para esperar»