«estar a su bendita madre tan sin consuelo y reparo, llorando cabe la cruz y con ella sus hermanas, y el discipulo que mucho amaua: conosciendo que ya tenia atrauessada el alma del despiadado y agudo dolor del cuchillo de su passion acerbissima. Boluio los ojos llenos de su compassion en·ella: y con gesto que pudiera quebrantar qualquier dureza de coraçon: le dixo. mujer, cata hi tu hijo. y esso»