«el temor de·los judios que estauan presentes, ni la grandeza del propio dolor, ni la blasfemia de su compañero, ni la enfermedad que se demostraua en·la carne de Christo, ni el fuyr y negar de·los apostoles, le pudieron retraher de·la confession de·la verdadera y sincera fe: por la qual en·el postrimer momento de su dañada vida, merescio remission de culpa y de pena. el qual»