«el glorioso Dauid. Partieron·se mis vestidos: y echaron suertes sobre mi ropa: en·lo qual (como reza Crisostomo) se demuestra el menosprecio grande, en que tuuieron al glorioso Jhesu: dando a entender que aquesta particion que hizieron de sus vestidos, fue como de cosa de persona miserable y abjecta: lo que no hizieron en·los vestidos de·los ladrones. ca el partir de·los vestidos en·los condemnados, solamente se»