«tratando moralmente el misterio de·la crucifixion de aquestos ladrones con·el redemptor de humana natura: deuemos nosotros, o hermanos carissimos, crucificar en nosotros tres cosas: conuiene saber el mundo, y la carne, que son figurados por los ladrones, y nuestro spiritu que es figurado por Jesuchristo nuestro señor. La carne se deue crucificar como el ladron de·la diestra parte: segun lo reza el bienauenturado sant Pablo, scriuiendo a·los»