«la rayz de·las humanas iniquidades. y contaminado de·las fiezes de·los pecados abhominables: dexa te ya de pecar: dexa te de dessear la vengança: y puestos los ojos en·las sanctissimas llagas del crucifixo: sospira, llora, y confiessa tus yerros: perdona, y ser te ha perdonado: y con voz piadosa llama a tu redemptor diziendo: haue señor merced de mi, segun la muchedumbre de tu misericordia: y perdona señor»