«Dios enclauado y ensangrientado en·la cruz, tan lleno de misericordia? Que causa terna el gusanillo, y verdaderamente poluo de tierra, para tener pensamiento de vengar, viendo y oyendo el señor de·la majestad tan dulcemente perdonar, y con tanto feruor intercedir por pueblo tan furioso? Desseara el pecador digno mas de tormento y de·la pena de infierno, que de ser perdonado: exigir, o pedir recompensa de injuria: oyendo el»