«padre al mesmo que te engendro quasi concluyendo demostraste ninguna cosa deuer se negar a fijo tan excellente. Alegren·se pues todos los pecadores con aquesta tan copiosa misericordia del glorioso señor: pues oluiden las hiezes de sus pecados, considerando que aqueste sera el juez en·el juyzio final: el qual rosado del vnguento precioso de tan complida benignidad, no emperezo de orar con tanto feruor por sus crucifixores. No dixiste,»