«demoniaca, y de·las hiezes de·los pecados. La segunda como scriue Theophilo, porque sanctificasse el ayre, estouiendo en·el aquel que hauia sanctificado la tierra andando por ella. La tercera como dize Crisostomo. porque alimpiando el ayre de·los demonios nos aparejasse despachado el camino para sobir a·los cielos. O como reza el glorioso Hylario: plugo al eterno Jesu padescer en·el arbol de·la cruz: eleuado y hincado»