«dize que con grandissima causa y razon dixo el sancto propheta: horadaron, o cauaron, y no hincaron, o llagaron: porque assi como la tierra cauada produze el buen fruto: assi Jesucristo nuestro señor, horadadas y cauadas las manos y pies, nos gano el fruto de vida. ca todos los dias de su vida corrio tras nosotros con muy feruentissima set y desseo de nuestra salud. E por·ende, o amigos y»