«y atrauessar de sus delicados miembros y sacratissimos? O quan penosa cosa era para sentir, y mas para ver·la sus amigos y seruidores. O quan llena de muerte era para la desconsolada madre de vnico fijo: sabiendo ser dios y hombre? O con quantos lloros y desconsuelo se recordaua la gloriosa virgen intemerada de·los cuchillos tan azerados, que le profetizo Symeon en·el templo, sintiendo que aquellos agudos llauos»