«reuerendissimo: ofreciendo lo a Dios todo, en sacrificio de su muy areglada justicia. E aquesto era lo que a·los romanos pregonaua el bienauenturado sant Pablo. mucho vos ruego hermanos, que ofrezcays vuestros cuerpos en sacrificio viuiente y sancto: porque sea accepto a Dios vuestro seruicio. Contemplemos pues, o hermanos carissimos con·los interiores ojos del coraçon, el saluador de humana natura estendido y descoyuntado por nuestra salud en·la cruz:»