«en·el arbol de·la vera cruz. por demostrar·se muy aparejado para abraçar todos los pecadores: cuyas deudas pagaua sin culpa: y por enseñar les por su enxemplo de no tener por cruel ningun linaje de muerte. Onde el mesmo dize: en·los braços de mi saluador y maestro, desseo biuir y morir: donde podre muy seguramente cantar: alabando señor y magnificando tu incomprehensible misericordia: pues tan piadosamente me recebiste,»