«glorioso Jhesu: tan despiadadamente y cruel je·les estiraron con cuerdas: que descoyuntado todo el cuerpo, llegaron forçadas las manos al lugar de·los clauos. porque se cumpliesse lo que staua prophetado por el glorioso Dauid: horadaron me las manos y los pies, y contaron todos mis huessos. conuiene saber (como sobre aqueste passo escriue Nicolao de Lira) tan cruelmente descoyuntaron los huessos de su cuerpo precioso, que ahun que actualmente no se»