«O gloriosas vosotras Marias, y vos Madalena con todas las otras mujeres, que tuuistes esfuerço de hombres. y nunca desmamparastes en·el angustia la que nunca desmamparo vuestra fe. Por cierto muchos houieron campassion de vuestro trabajo: mas nunca se hallo quien socorriesse vuestro dolor.§ Hauiendo pues desnudado ya los scelerados malditos al glorioso redemptor y maestro: viendo le tan fatigado y en tiempo quasi de sincopizar: teniendo por antigo costumbre»