«señor: que desnudes de mi pensamiento las cogitaciones de·las cosas mundanas: porque sin empacho, desnudo pueda seguir la desnuda cruz y sin ruga de tu passion sacratissima: pues con·el padre y con·el Spiritu sancto biues y reynas etcetera.§ Llegando el misericordioso Jhesu al monte Caluario muy fatigado, por los continuos tormentos que aquellos pestiferos carniceros de cada momento le procurauan aparejando con diligencia muy grande, las crueldades que»