«digna cosa era que fuesse cortado, y para raher lo de toda memoria, que fuesse puesto en·el fuego. Por·ende el bienauenturado Augustino hablando de·los pecadores que son estimados por palo seco y infructuoso dize assi: si de donde nosotros moramos, no salio sin açotes, el que nascio, viuio, y murio sin peccado: como no seran dignos de ser açotados, los que nascieron embueltos en los peccados? Onde Gregorio.»