«muy complidamente en tiempo de Tito y Vespasiano, por los quales la ciudad de Jerusalem quasi fue despoblada. Ca si en·el palo verde hazen cosas tan crueles y asperas: que haran en·el seco? Marauillosamente se llama aqui el glorioso Jhesu palo verde: por la muchedumbre de·los frutos que proceden de su excellentissima doctrina y passion. y por consiguiente indignissima cosa era que tal palo fuesse cortado: mas el»