«muchos de·los judios que se alegrauan: porque a su apetito se executaua tan nueuo espectaculo: y muchos que con deuocion de oyr su sancta doctrina con muchas mujeres deuotas, que le hauian seguido de Galilea y de Jerusalem, llorauan y gemian tan despiadada muerte sin culpa. A·las quales boluiendo se el misericordioso señor, les dixo. Fijas de Jerusalem no lloreys sobre mi: mas llorad sobre vosotras mesmas y sobre»