«pensar, las verguenças, los oprobios, las injurias, las heridas que el redemptor de humana natura çufrio, en aquel tan despiadado camino, ante que llegasse al lugar de la muerte? Quien podria escriuir los lloros y desconsuelo de·la triste madre sin vida? Quien la tribulacion y angustia de sus hermanas y de·la Madalena? Quien los secretos gemidos de piadosas mujeres que le seguian, las quales segun su natura en semejantes»