«sentencia verdaderamente muy espantosa y cruel: la qual con tan excessiua humildad y afeccion deuotissima recibio por nosotros el glorioso Jesu, en alguna manera tuuieron fin y termino todas las cosas que arriba diximos. y primeramente dio fin a nuestros trabajos, pues la tierra de nuestros cuerpos no produze ya spinas ni cardos de vicios: mas purgada por los merescimientos de·la sangre preciosa que por amor derramo por nosotros el»