«La tercera de repulsa muy vergonçosa, quando le mando el señor que saliesse del parayso, y puso el angel para que le defendiesse el camino del fruto de vida. La quarta de·la muerte muy dolorosa, alli donde le dixo quantoquiere que comieres del fruto: en·esse punto moriras de muerte. Mas en aquesta sentencia verdaderamente muy espantosa y cruel: la qual con tan excessiua humildad y afeccion deuotissima recibio por»