«ti mesmo: y si dexaste ahun en tu pensamiento algun lugar de misericordia, otorga le a mi tristeza: suple tu las vezes de madre tan sin consuelo. O Pilato, reuoca sentencia tan criminosa: y no presuma el hombre de juzgar a Dios, ni el pecador al sancto, porque aquel que ha de ser juzgado por ti, en aquel juyzio espantoso y final, assentando se por marauilloso juez y eterno de·los»