«de aquellas palabras vna obligacion personal: no tan solamente para los que estauan ende presentes: mas para los que de su ralea estauan ahun por nascer. Onde aquel Bernardino glorioso, en aquestos nuestros postrimeros dias, pregonero excellente de Jesuchristo, escriuiendo de aquesto en vno de sus sermones de·la passion dize: yo no se por qual demerito tan oculto se haya seguido aquesta tan intrinseca obligacion, o que tan secreta justicia»