«queriendo satisfazer al desseo tan desordenado del pueblo, vencido de humano temor, siendo cierto de·la jnnocencia de nuestro maestro Jesu: y sabiendo que por inuidia le hauian procurado la muerte, por demostrar se el jnmune de culpa: se lauo delante del pueblo con agua sus manos, diziendo: en testigo de todos vosotros me riendo sin culpa de·la sangre de aqueste justo. ca era costumbre antiquissima quando alguno se queria»