«humana natura, tu que con sobrada humildad voluntariamente quesiste oyr la sentencia, con·la qual por nuestros peccados te condempnauan a muerte: plega te señor que nunca yo en mi cuerpo ni en mi alma merezca oyr justa causa de muerte, ni tema los iniquos juyzios de·los apassionados juezes: pues con·el padre y con·el Spiritu sancto biues y reynas para siempre jamas, y sin fin.§ Viendo Pilato que»