«de cesar diziendo. No tenemos por rey sino a cesar. y esto es lo que ahun en nuestros dias llaman nuestros pontifices y prelados: los quales dexando sus yglesias y subditos, se implican en·los negocios temporales de·los reynos y principados, y de·las cortes reales. O piadoso Jesu, y quan sin orden pidieron tu muerte: por cuyo desseo no rehusaron la perpetua seruitud del diablo: por lo qual dignamente»