«recibiendo el sacramento sancto de·la eucaristia, vea tu rostro tan desseado: no ensuzie tu diuino conspecto con indigno recibimiento: ni deturpe mi consciencia con pensamientos immundos: pues con·el padre y con·el Spiritu sancto biues y reynas para siempre jamas, y sin fin.§ Continuando los damnados sacrilegos los denuestos y nephandissimos actos en·la persona real y diuina del redemptor de humana natura: con audacia diabolica, y muy temeraria»