«aquellos malditos y scelerados ministros las rodillas en tierra: con desonestos y vergonçosos gestos dezian. Dios te salue rey de·los judios: queriendo dezir, quesiste reynar, mas no podiste. E por tanto assi como escriue Beda, adorauan le como quien falsamente se hauia touido por rey. y saludauan le como quien falsamente se hauia querido hazer rey. y aquesto hizieron porque su derrision y menosprecio respondiesse a·la acusacion que los»