«de canya: suplico te señor que con aquella mesma diestra mano de tu poderio, te plega sustentar mi flaqueza: para que en mi pensamiento y mis obras se confirme para siempre tu reyno glorioso y bendito: pues con·el padre y con·el Spiritu sancto biues y reynas para siempre jamas, y sin fin.§ No contentos los crueles y muy impios, de hauer coronado de spinas la tierna y delicada cabeça»