«crescida caridad dexaste tu hijo vnigenito, huerto de·los eternales deleytes: en·las manos sacrilegas de tan abhominables gentes y impias: verdaderamente cosa digna es y justa que tomemos parte de sus dolores: pues tan abundosamente participo el de nuestra aflicion y miseria. Quantas y quan grandes llagas y golpes recibio en su preciosissima y diuina persona: no hay d·ello cuenta cierta ninguna, si ya por alguna reuelacion no se»