«el alma se condolia del cuerpo dañado. ca la verdadera lesion, y el verdadero sentir de·los daños: son dos cosas que hazen el dolor verdadero. Y esto es lo que dezia el sancto profeta: afligido soy y muy humillado. y en otra parte: yo soy pobre y doliente. y ahun mas donde dixo: sobre el dolor de mis llagas acrescentaron. O quan dolorosa cosa era ver el señor de·la»