«y los religiosos, y mucho mas los prelados, que entienden que solamente mata el que con sus propias manos executa el matar corporal, diziendo. no conuiene a nosotros dar a nadi la muerte: pues es cosa cierta que con sus malas obras y enxemplo peruerso: con muerte spiritual, lo que es mucho peor, matan las almas de sus ouejas: pues saben que son puestos como la seƱal para la saeta. O»