«siempre la vida. Los principes de·los sacerdotes entonces, empues de hauer tomado los treynta dineros simulando en alguna manera la reuerencia y honor diuino, dixeron. No es razon de poner aquestos dineros en·el lugar donde se ponen las limosnas y oblaciones para el reparo del templo, por quanto son precio de sangre. conuiene saber precio por que se derramasse la sangre. O congregacion maldita de sacerdotes indignos: los quales»