«yesca del infierno maldito. O eterno Dios y marauilloso, pluguiesse a tu jnmensa y complida misericordia que todos los auarientos cobdiciosos y injustos, todos los vsurarios, homicidas, y violentos arrapadores de·los bienes ajenos: especulassen atentissimamente aqueste tu tan incomprehensible y manifiesto juyzio, para que conosciessen en quan confusa muerte y llena de damnacion acaban sus malauenturados dias y tristes: hauiendo mucho mas confiado en·la majestad del dinero, que de»