«y maligno traydor: pues el cielo le abominaua: no lo recogiesse la tierra: pues tan maliciosamente vendio el señor de·la tierra y del cielo. quedando para siempre por vianda del fuego eternal: y por yesca del infierno maldito. O eterno Dios y marauilloso, pluguiesse a tu jnmensa y complida misericordia que todos los auarientos cobdiciosos y injustos, todos los vsurarios, homicidas, y violentos arrapadores de·los bienes ajenos: especulassen atentissimamente»