«verdadero sacerdote, y soberano pontifice: y la verdadera yglesia passaua ya en·el pueblo gentil. La segunda porque la hazia hombre desesperado: y quantoquier en·ella huuiesse dolor de coraçon, y confession de boca, y restitucion de obra: no tuuo parte ninguna de esperança de perdon ni salud. Onde hablando de aquesto el glorioso Bernardo dize assi. Judas reconciliado por penitencia: agrauio su pecado por obstinacion, sin poner en·el esperança:»