«trataron como le pudiessen tomar en alguna palabra calumniosa. y començaron le de interrogar con gesto y palabras muy mansuetas: no por ganar de saber la verdad: mas con desseo que respondiesse por cumplir su calumnioso furor, diziendo. Si tu eres Christo: rogamos te que nos digas abiertamente. O veninosa pregunta. O maldad pozoñosa, colorada con engañoso desseo. pedian le si era cristo vngido de poderio real: porque si lo afirmasse:»