«de saludar, lo que ahora te digo de misericordia, por madre, te saludara de mucha miseria: pues viendo la razon de tu muerte: ninguna se te ofrecia para la de tu fijo bendito. O quan escessiuamente sentia la manzillada madre las sospechas del dolor de nuestro maestro: no podiendo con su presencia ayudar·le a çufrir: ca tan apressuradamente le atrauessauan el alma las bascas y los sudores de·los congoxosos»