«mejor contemplar y pensar, que ninguna mano por presumptuosa que fuesse sabria ni podria scriuir. Contempla pues, o religion christiana quan excessiuos tormentos recibio por remediar tu salud, el fijo de Dios eterno en·el residuo de aquella noche tan tempestosa y triste: y pues no hay sufficiencia para dignamente explicar la menor parte de·las penas del cuerpo, y menos de·los dolores del alma: allega te a el por»